4ever Yours (10) Señales.

Ya nos habíamos alejado del hotel y estábamos formalmente sentados los cinco en la parada del tren, esperando. Yo, particularmente, también esperaba que todos se olvidaran de mi carta, algo que no conseguí durante mucho tiempo.

-Estamos todos esperando…- canturreó Harry – Aún tienes que contarnos que hay en ese sobre-.

-¿De verdad queréis saberlo?- miré a Liam en busca de un rescate, pero él parecía más interesado que ninguno- Bueno…la verdad es que aún no lo he abierto. Recibí esta carta de Julieta, el mismo día que viniste- dije dirigiéndome exclusivamente a Liam- pero después de lo que pasó en la playa no me atreví a leerla…-.

-¿De Julieta? – Preguntó Niall- ¿Capuleto? Demi, si es que tú en seguida te poner a hablar con cualquiera…-.

-De nuestro viaje a  la bella Verona- intervino Louis- No sabía que le escribiste-.

-Lo hice, y supongo que aquí está mi respuesta…-.

-Aún recuerdo el momento en el que te encontré allí…- Liam me rodeó con sus brazos- ¿Nunca has querido saber que te respondió?-.

-Yeah! We want to know the story- instó Niall con la aprobación del resto.

-It’s a beautiful one…Ok, I’ll tell it-.

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…”Liam y yo llevábamos un tiempo juntos en España y las cosas iban bien, así que decidimos hacer un viaje a Italia, al que se nos unieron Marina y Louis; nos olíamos que  entre ellos pasaría algo, y la toscana era el sitio idílico para hacer que los sentimientos florecieran, a veces de maneras insospechadas; así que, ¿Qué mal podría hacernos un viaje así?”…

-¡Vamos! Aún tenemos que ver el Castelvecchio…y la Casa di Giulietta!- Demi estaba entusiasmada, no había salido de su ciudad natal en demasiadas ocasiones, y quería aprovechar la ocasión al máximo- ¡Unos Manolo Blahnik! ¿¡Sabéis lo difícil que son de encontrar en Europa!?- estaban en una plazoleta, y la rubia había puesto sus ojos en el escaparate de una zapatería cercana a dónde el resto decidía qué hacer a continuación.

-¡Para! ¡Estamos agotados! ¡Déjanos descansar! Creo que en Italia la gente también lo necesita…- un desgastado Louis se moría por dejar las compras y el turismo y regresar al hotel.

-Tiene razón cielo, dales un respiro- Liam abrazó a su todoterreno particular y la besó, justo donde acababa su mejilla.

-Anda, hazle caso al Bieber, vamos al hotel, descansamos un poco, y luego seguimos si quieres- Marina se encontraba cerca de Louis, practicando el juego de miradas con él mientras hablaba, aunque a una distancia prudencial. A ella también se la notaba cansada.

Tras convencer a la rubia todos se trasladaron a un bonito hotel en el centro de la ciudad. Una vez en recepción, la joven tras el mostrador le pasó a Liam una llamada que lo mantuvo entretenido un tiempo. Demi decidió subir a su habitación mientras que Louis y Marina esperaban para recoger sus respectivas llaves.

-…Camera 302 e 304…un momento…-.

-Here’s a flower for the most beautiful flower- Louis coqueteaba con la chica gracias a una flor que había cogido del mostrador y que ella aceptó sin pensárselo dos veces.

-Your charming, Mister blue eyes- entre las bromas y las galanterías de su caballero andante, Marina no tardó mucho en enamorarse de Louis, quién se enamoró de ella el mismo instante en que la vio por primera vez.

-Qui si hanno le chiavi- anunció la recepcionista, cortando por un segundo la conexión de los pipiolos.

-Grazie mille- agradeció Marina en un correcto italiano- ¡Genial! Ya puedo irme a descansar, Have fun!- sin reparar en nada, marchó hacia el ascensor como alma que lleva el diablo.

- Man, Some day she will destroy me-Louis resopló y se apoyó en el mostrador, Liam miró al chico graciosamente y colgó unos segundos después.

-Bad news…in a couple of weeks we will have to go back to England, and we’ll not see sunlight for a long time…- .

-Fuck! And…what will you gonna do?- antes de poder recibir una respuesta, su amigo se marchó cabizbajo y pensativo.

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-No había coqueteado tanto desde que conocí a Hazza- bromeó Louis.

-Calla, tontorrón- Harry siguió la broma, como era normal en su personalidad.

El tren llegó y pudimos subir por una de las puertas. Por suerte, y en contra de todo pronóstico, dadas las fechas en las que estábamos, encontramos unos asientos contiguos que nos permitieron sentarnos y permanecer juntos.

-¿Fue ahí donde se acabó todo? Recuerdo que Liam estaba insoportable cuando volvieron a Inglaterra- comentó Niall.

-No fue exactamente el momento…- le corregí- Pasaron algunas cosas más…-.

-Yo no tenía nada claras las cosas, estaba muy confuso y actué precipitadamente. En ese momento pensé que sería mejor que ella me odiara a que me echara de menos…si volviera atrás, jamás volvería a hacerlo…- su mirada se paseaba entre los chicos y yo, sonriéndome al pronunciar su última frase.

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Marina había estado intentando trabajar en su traducción sentada a un lado de la cama, aunque, casualidades del destino, se distraía cada medio segundo al desviar la mirada hacia Zayn, el cual le devolvía la mirada desde el sofá, donde aún estaba acostado.

-That’s totally unfair; I can’t concentrate if you look me in that way-.

-Actually, It’s you- le respondió el chico.

-Ok, my fault- dijo una sarcástica Marina que aún pensaba en qué podrían ser capaces de estar haciendo los demás en un parque de atracciones.

El muchacho se levantó del sofá y apagó el aire acondicionado. Acto seguido, se acostó junto a donde estaba  Marina, y se tapó con una manta.

-Better in that way?- ahora sus ojos no se cruzarían, pensó que eso ayudaría.

-I don’t know…- ¿Qué le hacía pensar que se concentraría con Zayn tan cerca?

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…“Liam no sabía qué hacer con toda la información que acababa de recibir,  y decidió hacer lo que, en ese momento, creyó mejor, mientras que muy cerca de nosotros algo curioso les pasó a la otra pareja en el hotel”…

-¡Un momento!-Demi se terminaba de arreglar mientras Liam seguía dándole vueltas a la cabeza-… ¿Qué ocurre?- La sonrisa de la chica se había trasformado en preocupación al abrir la puerta y ver los ojos de su novio; sabía que algo pasaba.

-Es…- Liam entró y sentó en la cama a Demi, e hizo él lo mismo- me han llamado del estudio…-.

-¿Ha pasado algo?-Demi empezaba a estar nerviosa.

-No, no ha pasado nada; es sobre lo que tiene que pasar ahora-respiró profundamente e intentó seguir sin que se le notara el temblor en la voz- Me han avisado que dentro de un par de semanas estaremos algún tiempo sin poder “respirar” por allí y…bueno, he pensado que no sería buena idea estar…-.

-…Estar… ¿Qué?-Demi se levantó, algo preocupada.

-Estar…que tú y yo…que sigamos juntos- fueron las palabras que más daño le hicieron, y ojalá jamás las hubiera pronunciado.

- Yo…- la chica se quedó sin habla, no podía creer que él se estuviera siquiera planteando aquello-.

-Demi, listen…-.

-¿Qué hay que escuchar Liam?, Está todo bastante claro; ¿He sido un juego para ti? ¿Ahora te vas y ya está? Me gustaría saber si…si alguna vez…- también a ella se le trababa la voz- ¿Sabes qué? Déjalo- sollozando, Demi abrió la puerta y se marchó, dejando a Liam con el corazón en un puño.

Louis  vio a la chica salir de su habitación entre sollozos y desaparecer fugazmente frente a él. Probablemente no le pasaría nada llevando su móvil y el mapa en la bolsa, así que intentaría averiguar qué había ocurrido más tarde, pero antes entraría a su habitación para…

-Pero qué…?- Aquella no era su habitación, la chica que miraba por la ventana mientras se desvestía lo demostraba.

-¡Louis!- inmediatamente Marina volvió a colocarse algo de ropa encima e intentó no parecer ruborizada- ¿¡Qué estás haciendo tú aquí!?-.

-Han debido confundir mi llave…- el chico se acomodó en la cama- si quieres me voy…-.

-¿Te importa?- le contestó rápidamente la chica, haciendo señas con los brazos hacia la puerta.

-No, ¿te importa a ti?- Louis jugó hábilmente con las palabras.

-¿Qué quieres decir?- Marina estaba confusa pero al mismo tiempo expectante.

-Quiero decir, que también podría quedarme…-.

-También podrías…- sus ojos volvieron a conectarse, y la fuerza de la atracción hizo que poco a poco, ambos se acercaran- Louis no creo que…- el beso que hizo que sus bocas se fundieran dejó sin respiración a ambos, y sin mucho más que decir.

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Marina lo intentaba, de verdad que lo hacía, pero había avanzado muy poco y tomárselo con calma no era precisamente su idea. Todo se volvía muchísimo más inquietante si contaba con el detalle de que el “malo” de Zayn no paraba de rozar sus brazos.

-Are you really ok? I can call the doctor if it was necessary-.

-Don´t worry –hablaba mientras tosía- I’m okey…-.

-¡Es imposible trabajar así!- Marina cerró el portátil y se recostó sobre la cama-  Acabaré siendo un alma en pena a cargo de un enfermo y condenada a no poder terminar esto nunca…- se calló y todo quedó en silencio.

La chica sentía el calor que desprendía su amigo y la velocidad a la que giraba su propia cabeza. De repente el muchacho se acercó más, a lo que al principio no quiso darle importancia, hasta que siguió acercándose y acurrucándose junto a ella.

-Zayn…- la chica se quedó mirando los ojos de su compañero, y no pudo prever lo que pasaría a continuación. Zayn la besó, más apasionadamente de lo que se hubiera esperado de un enfermo- Que… ¡No! – Consiguió resistirse a tiempo -¿Estás loco? ¿Pero en qué estabas pensando?- desde luego, si algo estaba claro, es que Zayn no parecía el mismo, aunque podría ser a causa de la fiebre.

-Perdón, yo…me distraje…-.

-¿Con qué? ¿Con tu lobotomía? Porque si no es eso, si no es porque alguien te acaba de extirpar el cerebro, no entiendo como…- de nuevo la chica no pudo predecir lo que pasaría a continuación; un segundo beso la inundó, al que esta vez no pudo oponer resistencia.

-Yo…- se levantó y pudo ver como Zayn daba vueltas en la cama, no parecía consciente de lo que estaba pasando- Ahora…ahora vuelvo- necesitaba tomar el aire, aclarar sus ideas.

Salió de la habitación pensativa, totalmente confusa por lo que acababa de pasar, y lo que podría acarrear en el futuro, casi quería llorar de lo abrumada que se sentía, aunque aún le quedaba el interrogante de si alguien más a parte de ella recordaría aquello mañana.

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…”Querida Julieta: Tengo miedo. Tengo miedo de haberme enamorado del chico incorrecto. El se marcha en un par de semanas y no sé si lo volveré a ver. En sus ojos veo amor, pero sus labios no parecen estar de acuerdo, ¿Quiere separarse de mí para evitar hacernos daño a ambos, o he sido solo un pasatiempo? ¿Realmente me quiere? ¿Alguna vez lo ha hecho? No sé que debería hacer, necesito una señal, por favor Julieta, dime qué debo hacer, tengo el corazón destrozado y no sé a quién acudir. Con amor, Demi”…

Otra llamada…otra vez él. Demi decidió por enésima vez ignorar el sonido de su móvil y terminar esa carta frente al balcón de Julieta. No había nadie en la “Casa di Giulietta”, Demi se encontraba sola debido al mal tiempo, incluso se escuchaba una gran tormenta que se había ido acercando durante todo el día, lo que ella agradecía, necesitaba paz para desahogarse y conectar con la batalla de sentimientos que luchaban dentro de ella intentando despejarse.

-Bueno…aquí estamos…- hablaba para sí misma, para Julieta, para nadie en particular…casi lloraba.

Acabó la carta y la puso con las otras, cartas que vendrían de todo el mundo pidiendo ayuda; ella esperaba  de corazón que esto sirviera de algo, aunque no estaba segura. Se quedó un momento pensando, quieta, mirando alrededor, observando la naturaleza y la magia del lugar.

-¡Demi!- se dio la vuelta. Al tiempo, empezó a caer tal cantidad de agua que ambos quedaron empapados al segundo.

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-I can’t stand anything which ended in disgrace- no podia evitarlo, a Niall le gustaban los finales felices.

-Pues no pienso entrar hasta que acabes de contar qué pasó- Harry imponía con fuerza sus pies en tierra a las puertas del parque, se negaba a moverse.

-¡Pues no interrumpáis y dejadla que acabe! Yo no conocía esta parte- de repente a Louis le sonó el móvil, era Marina- chicos…-.

-¿Qué decías de interrumpir?- le reprochó Niall.

-¡Está bien! Ahora la llamaré…-.

-Y…tranquilo leprechaun, esta historia si tiene un final feliz- Liam me transmitió toda la dulzura de sus palabras- somos la prueba viviente de ello- Niall suspiró, aliviado.

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-Liam… ¿Qué quieres?- la chica recogió sus cosas y se encaminó con paso firme a la salida mientras llovía a mares.

-Quiero que me escuches- él corría tras ella.

-¿Para qué? ¿No es un poco tarde?- Demi paró en seco y se giró para decirle aquello- Nunca me has querido…he sido un pasatiempo, ¿Pero sabes qué? Se terminó-.

-No lo dices en serio…vamos al hotel y te lo explicaré todo, aquí te estás calando hasta los huesos-.

-¿Acaso importa? No pienso ir a ningún sitio contigo Liam, si quieres decirme algo, mejor hazlo ahora, no sé cuando volveré a estar dispuesta a escucharte-.

-¡Demi! ¡Lo de antes ha sido una estupidez! Lo hice para que no sufriéramos ninguno de los dos, pero me equivoqué. No quería admitirlo, pero sabes muy bien lo que siento por ti- Liam vio como Demi se ablandaba, ahora si lo escucharía- Adoro la forma en que me coges de la mano, lo obstinada que eres, la forma que tienes de hablar… ¿No lo ves?-.

-¿Ver qué?...- Aunque no se notara dada la lluvia, no pudo reprimir las lágrimas.

-¡Que te quiero! Lo hago de verdad…I never felt this way before- Liam rodeó a Demi y la besó; un beso que recordarían para siempre- Si no crees en mí, al menos cree en lo que sientes…-.

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-…Más tarde, descubrimos que nuestros amigos ya eran más que amigos- no pude evitar sonreir- Doy gracias a Marina por habernos presentado, aunque esté diciéndole todo el rato lo mucho que la odio-.

-Ella si me odiaba- bromeó Liam.

-Fue todo muy complicado…al final, decidimos hablarlo y dejarlo por un tiempo, al menos para intentar no hacernos daño y que cada uno pudiera concentrarse en su trabajo, fue duro…-.

-Y no sirvió de mucho- declaró Liam sonriéndome mientras me tenía aún entre sus brazos.

-Pero todo ha acabado bien-.

-Entonces…ahora solo queda una cosa- anunció Harry.

-…la carta-.

-Si… ¿Os importa? – me alejé un poco, aunque terminarían leyéndola, quise ser yo la que lo hiciera primero, a solas, como aquella vez que yo escribí.

…“Querida Demi: Me gusta creer que nuestra vida siempre ha estado guiada, que hay señales que nos indican el camino, pero, ¿Qué hay más hermoso que descubrir el nuestro? Debes ser capaz de ver esas señales e interpretarlas correctamente. He de confesarte que la mejor señal que puedes seguir, es la que te manda tu corazón; tu intuición nunca te fallará, y si te dice que él te quiere, ¿Por qué no iba a hacerlo? No esperes a la señal exacta, no tengas miedo, cree en ti y eso te llevará justo a donde debes estar, da igual las dificultades, o lo intrincado que sea el camino. Cierra los ojos, respira, y escucha… ¿qué oyes? Esa es tu respuesta… Con todo mi amor, Julieta”…

Liam había estado detrás de mí abrazándome mientras leía parte de la carta; me reconfortaba, al igual que lo hacían las palabras de Julieta.

-Tu intuición tenía razón- me susurró al oído.

-¿Lo hacía?-.

-Te quiero...-.