4ever Yours (2) La costa blanca.

-Niall, allí da más el aire, eso le sentará bien- le decía a mi amigo para que cambiara el rumbo.

Desde que había bajado a la puerta de casa, las sorpresas no paraban de sucederse,  una tras otra, aunque mi cabeza seguía en la conversación inacabada con Liam.

-Créeme, sé de esto, ahora…- empecé a decir, pero Liam estaba demasiado cerca, y perdí el rumbo de mi propia conversación.

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-No lo sé Liam, yo…- empezó a decir Demi, algo nerviosa por la situación.

-Demi, creo que tanto tú como yo sabemos que fue un error…-.

Liam había vuelto, y Demi sabía lo que eso significaba. Ambos lo habían pasado mal cuando decidieron separarse el verano pasado. Demi se había centrado en sus prácticas como editora en una afamada revista de moda, mientras que Liam…Liam era otra historia. Él sabía cómo ocultar sentimientos, sabia como parecer tranquilo y alegre, pero por dentro estaba destrozado. Su corazón todavía estaba en aquel 18 de Junio, aquel dieciocho donde había expuesto su corazón a la persona que sabía que amaría siempre, para luego tener que separarse de ella…

-Lo sé pero…me ha llevado mucho tiempo acostumbrarme a todos los cambios, ¿crees que ahora puedo comportarme como una adulta? Sufro, y hago como si nada, ahora me alegro, y luego, ¿vuelvo a sufrir de nuevo? ¡Te vas en una semana! No creo que pueda hacerlo, me dolería demasiado tener que perderte de nuevo…- Demi parecía seria. Mientras miraba a todas partes para evitar los perfectos ojos de Liam, se cruzó con la mirada de su amiga, a la que decidió sonreír; seguramente luego le pidiera explicaciones…

-Dentro de nada será dieciocho…- dijo Liam, acercándose un poco más a ella.

-Sí, mi cumpleaños…- ella lo recordaba todo perfectamente, pero no quería que eso la ablandara.

-Demi- dijo al oír el tono nostálgico que ella había usado- Sabes que no te quiero dejar, nunca quise, yo te…- un estruendoso espectáculo había hecho que Liam se girara, para encontrar a dos de sus amigos riendo y a un tercero sentado y con náuseas.

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-¡Demi! ¿Ahora qué?- preguntó Niall devolviéndome a la realidad.

-Ahora…Harry, asegúrate de mirar a un punto alejado, como esas gaviotas que vuelan por allí-.

-Vale…- dijo, casi ininteligiblemente.

En poco tiempo Harry se había calmado y había vuelto a la normalidad, aunque no se atrevía a moverse demasiado. Niall había estado alabando mi forma de controlar la situación, mientras que Liam se había limitado a no apartar la mirada de mí.

-Quedaos por aquí- dije- voy a avisar al resto de que te encuentras bien-.

Salí de allí con algo dentro del pecho que no sabía describir. Estaba emocionada, ilusionada, y muy feliz, pero al mismo tiempo tener todas esas sensaciones me asustaba. Crucé la cubierta y volví al punto donde se encontraban Marina, Louis y Zayn, que hablaban como cualquier pasajero, encajando perfectamente en el cuadro.

-Si nuestro plan era pasar desapercibidos, tengo que decir que va un poco a la deriva- dije, aprovechando para usar algún término náutico.

-¿Se ha recuperado?- me preguntó Louis, al mismo tiempo que Zayn intentaba aguantarse la risa.

-Sí, gracias a Dios que se ha calmado- suspiré, y sin saber porqué me quedé callada sin nada que decir.

-Demi… ¿quieres que hablemos? – La mano de Marina se deslizó desde el hombro de Louis hasta mi mano, con una actitud maternal que solo sacaba en este tipo de ocasiones.

-No tranquila. ¿No hemos venido a disfrutar? ¡La costa blanca nos espera!- elegí las palabras adecuadas y el tono correcto, pero seguramente la mirada me delató.

-¡Así se habla rubia!- me dijo marina, tras mirar de reojo a los chicos.

-Bueno, voy a volver a la guardería, no quiero que nadie salga herido. Zayn, ¿me acompañas?- le hice un guiño que todo el mundo pudo ver, y empezamos a reírnos, pero Zayn aceptó dejar sola a la pareja.

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Marina estaba preocupada por su amiga, pero al mismo tiempo veía optimismo en ella, y eso la aliviaba. Por el momento, podría concentrarse totalmente en estar con Louis.

-Parece que tenemos una ayuda extra para conseguir intimidad- dijo Louis, casi leyéndole el pensamiento.

-Eso parece…- Marina pasó sus brazos por el cuello del chico y lo besó- Va a ser una semanita interesante…-.

-nadie sabe exactamente lo que va a pasar- dijo riendo.

-Cierto, eso lo hace aún mejor. Aunque si sabemos que serás nuestro payaso particular- al ver la cara de su chico, Marina siguió divertidamente con la broma- ¿O piensas volver a juntarte con amistades peligrosas como tu amiga la medusa?- a Marina le encantaba picar a Louis con eso.

-¡Sólo fue una vez! – Respondió Louis divertido- ¿Vais a recordármelo siempre? ¿¡Por qué nadie recuerda cuando a Liam se le cayó el bañador en el parque acuático el verano pasado!?-.

-Créeme, seguro que más de una lo recuerda- dijo sonriente Marina- pero a mí me gusta más tu historia- volvió a darle un beso.

Ambos avistaron tierra y decidieron reunirse con el resto de sus compañeros antes de llegar a puerto; se cogieron de la mano y empezaron a caminar. Aunque todo había cambiado, a cada instante que pasaban juntos, ambos se sentían como si el tiempo no hubiera pasado.

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-¿Y de verdad no te hace gracia cuando la gente dice “toballita”?- Aunque no conocía muy bien a Zayn y parecía un chico serio, era una buena compañía, y decía cosas elocuentes que te hacían estallar a menudo.

-¡Es verdad!- empecé a reír- por cierto, cambiando de tema, ¿te das cuenta de que no llevamos nada? Ni toallas, ni bañadores (bueno eso solo nosotras), ni crema…nada-.

-Creo que Louis lleva toallas de sobra, de hecho, creo que es lo más abundante en el equipaje que ha traído…-.

-¿De qué hablabais?- preguntó Harry cuando nos vio llegar riendo.

-De nada, marinero- de cachondeó Zayn.

-Olvida el humor de tu amigo- le sonreí- hablábamos de que ni Marina ni yo vamos preparadas para la playa, y de que ninguno llevamos nada…-.

-No te preocupes, compraremos lo necesario allí- dijo Liam sonriendo. A pesar de todo, las cosas entre nosotros no estaban tensas.

-¿Cómo te encuentras Harry?-pregunté interesándome por su estado.

-Estoy mucho mejor, eres buena en lo que haces- sonrío- aunque yo preferiría estar desnudo en la playa que aquí mientras esto no para de moverse-.

Vi a lo lejos como Marina y Louis venían, y me hice a un lado para dejarlos a la vista de todos.

-Estamos a punto de llegar- anunció Marina.

-Genial, Harry lo agradecerá- dijo Niall, aún muy contento con el momento. Yo me había acercado demasiado a Liam, y él había pasado un brazo por mi cintura, acercándome contra su pecho. Por alguna razón, mi corazón me pidió que no me moviera.

El anuncio de la llegada a puerto me hizo separarme bruscamente de Liam y prácticamente de todos, adelantándome con Harry para bajar lo antes posible.

-¿Estás bien?- me preguntó- Ahora la pálida eres tú-.

-Sí, tranquilo, es que…solo quería asegurarme de que no volvieras a marearte – le sonreí para poder escapar de un interrogatorio que no quería- Bueno ¡ya estamos aquí!-.

El resto bajaron del barco un par de minutos más tarde, con Niall a la cabeza, emocionado por ver tanta agua junta.

-Guapísima, ¿piensas bañarte desnuda?- pregunté sonoramente a Marina, para que se diera cuenta del pequeño problema-.

-¡Anda es verdad!- su cara empezó a tornarse colorada.

-¿Supone un problema? –le preguntó socarronamente Louis. Por la portentosa mirada que Marina le lanzó, enseguida señaló una tienda que no se veía muy lejos y empezó a caminar.

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Una vez en la tienda, ambas chicas empezaron a probarse bañadores. Marina fue la primera que encontró la solución con un triquini negro despampanante, con el que consiguió hacer retroceder a Louis. Demi sin embargo, no paraba de pedir modelos distintos sin salir del probador.

-¡Venga Demi! ¡Si es solo por esta vez! ¿Qué más te da?- Marina intentaba acelerar el proceso, aunque entendía la preocupación de su amiga.

-¡No pueden verme mal públicamente, trabajo en moda!- gritó Demi, por dar alguna excusa- espera, creo que este… ¡Ya está, algo decente!- Demi corrió la cortina y salió lentamente del minúsculo probador.

-Vaya…- todo espécimen masculino en la tienda se quedó boquiabierto, un escueto biquini color aguamarina era lo único que tapaba el cuerpo de Demi, a juego con sus ojos. Liam se dio cuenta de la reacción y fue corriendo a tapar a Demi.

-Me parece muy provocador, no sé si es el mejor, todos van a mirarte…- se apresuró a decir- toma, te dejo mi camiseta, y ve a buscar otro- su cara se puso roja.

-Déjalo Liam- Demi había conseguido lo que se proponía- el bañador es perfecto, Don’t you see?- se burló, señalando a todo chico a menos de cinco metros- me lo llevo-.

-Liam, calm down, se te nota demasiado…- dijo Louis a su amigo en un susurro cuando las chicas habían ido a pagar sus conjuntos, una de esas viejas cámaras desechables, crema, y algunas cosas más.

Todos salieron de la tienda, y Zayn propuso ir a comer al chiringuito que había en la playa antes de empezar estrictamente con el baño.

-¡Yo no tengo hambre todavía!- dijo Demi con exceso de alegría- Quiero ir a ver el pueblo, ¿Nadie viene?, vale.- dijo lanzada dispuesta a irse, le importaba poco si alguien la acompañaba, solo quería distraerse.

Louis miró a Marina y ella comprendió perfectamente lo que quería, le asintió levemente con la cabeza.

-Yo iré contigo, me apetece ver el pueblo tranquilamente- dijo entonces Louis.

-No tienes porque, yo puedo ir sola…- le replicó Demi, queriendo impedir que Marina y Louis se separasen.

-No te preocupes, dejemos que Marina se encargue de esto, quiero dar un paseo- concluyó el chico, cogiendo a Demi suavemente del brazo y empujando de ella para alejarla de allí mientras le seguía replicando.

-¡Me voy con este pesado! ¡Ya me contarás que habéis hecho en mi ausencia!- le gritó Demi a Marina a lo lejos; esta asintió y se giró para seguir hablando con el resto.

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El paseo por el pueblo estaba siendo encantador, a pesar de que yo no era estrictamente una turista. Habíamos pasado por unas casitas encantadoras y por una gran Iglesia que era realmente preciosa mientras hablábamos. Ahora nos encontrábamos de vuelta en la playa, caminando para reunirnos de nuevo con todos.

-Mira, no sé que tiene Liam ahora mismo en la cabeza, pero si puedo decirte cómo lo ha pasado este año, y no ha sido un camino de rosas- seguía contándome Louis.

-Ni para mí, Louis, ¿no ha sido raro el reencuentro con Marina? Pues imagínate al ver  yo a Liam…- mi voz temblaba, pero hablaba con el corazón.

-Lo ha sido, pero ella y yo no fuimos tan estúpidos de romper-me dijo, mirándome inquisitoriamente.

-No, a ti te picó una medusa…- su mirada se intensificó, pero estábamos a punto de reírnos- Yo y Liam…es complicado-.

-Es tan complicado como tú quieras hacerlo. Demi, el se alegró mucho cuando le propuse venir aquí; no seas tonta y no te cierres a nada, escucha al corazón y tómate las cosas con calma-.

-Chico, que raro eres cuando estás filosófico- le dije, quitándole hierro al tema e intentando amenizar la conversación.

A lo lejos, ya se podía ver a todos junto a la orilla. Niall y Harry estaban jugando en el agua, y los otros tres personajes estaban en la arena, tranquilamente charlando. Me preguntaba si Marina había hablado con Liam de la misma forma en la que Louis lo había hecho conmigo, estaba claro que el paseo era una encerrona.

-Yo me quedo aquí Louis, quiero tomar el sol tranquilamente sin ningún ruido, ¿Vale?-.

-Como quieras, toma una toalla- sacó de su bolsa una toalla color azul claro y me la lanzó- no te pongas demasiado roja- ese comentario me hizo reír.

-¿Vas a llevar esa bolsa contigo todo el rato? Va a dificultarte un poco los movimientos- bromee.

-No sé, es posible- dijo misterioso- Voy a volver con Marina y el resto, no sé si habrán sabido cuidarse sin mí.

-¡No seas fantasma!- me reí- Toma la cámara y haz unas cuantas fotos. Al menos los recuerdos duran siempre-.

Louis me dejó a solas con la toalla y el sol. Antes de tumbarme, vi como llegaba junto a Marina y la besaba. Liam estaba ahora de pie paseando sin rumbo, mientras Zayn imitaba lo que yo iba a hacer dentro de unos segundos y el resto seguía en el agua en proceso de arrugamiento. Me tumbé y dejé que el sol fuera lo único que llenara mi cabeza.

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Niall y Harry acababan de salir del agua con las mejillas rojas, era lo malo de no haberse puesto la crema solar, y con más razón tratándose de ingleses. Ambos habían cogido una toalla. Harry se la enrolló por el cuerpo y se sentó, mientras que Niall la extendió en el suelo junto a Zayn (no sin haberle sacudido un poco de agua a su amigo primero) y se tumbó despatarrado y rendido; seguramente acabaría durmiéndose. Liam se había mojado un poco pero volvía a estar seco y pensativo, paseando, aunque hace un rato había estado divirtiéndose con el resto.

Algunos metros hacia la derecha descansaban  Louis y Marina en sendas toallas, con una vista panorámica del paisaje y de sus compañeros. Tras observar que todo iba bien, ambos se tumbaron y se acercaron, acariciándose mutuamente.

-¿Qué vais a hacer durante esta semana? ¿Dónde os vais a quedar? – preguntaba Marina mientras estaba tan cerca de la boca de Louis que sentía como sus respiraciones se complementaban.

-No había pensado en ello- le decía tras un profundo beso- esperaba que me lo dijeras tú-.

-Bueno, ya pensaré algo, ahora simplemente bésame- musitó Marina poniendo un dedo en la boca de su amado. Louis entendió la indirecta y siguió destilando cariño desde su toalla.

-By the way honey, I have something here- dijo Louis sin querer dejar lo que estaba haciendo- no solo he traído toallas en la bolsa-.

-Si no es algo que me permita estar más tiempo contigo, creo que ahora mismo no me interesa- Marina se acercó más al chico, quién sonrío al darse cuenta.

-Bueno, pues para ser exactos son…- Louis se incorporó, e hizo que marina hiciera lo mismo. Empezó a buscar en la bolsa  mientras Marina observaba el panorama.

-Niall se han quedado frito…-  sonrío- Harry y Zayn están…en el bar- dijo Marina tras localizarlos con la mirada- Demi está en un mundo más allá tomando el sol, y Liam está paseando en… ¿Dónde está Liam?- Marina se quedó perpleja, pero Louis no dejó de buscar, aunque comprobó lo que decía, encogiéndose de hombros al ver que ella tenía razón.

-¡I found it!- dijo con la mano en la bolsa de viaje.

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-It’s Alright, It’s ok…- me entretenía canturreando mientras notaba como los rayos de sol acariciaban cálidamente mi cara, adoraba esa sensación.

Ahora mismo estaba pensando en lo genial que sería que me permitieran organizar el evento de moda del año, pero aún no se sabía dónde sería y yo era una simple becaria, y demasiado joven, aunque con mucho talento según Madame Hathaway, la editora jefe de la revista, que me apreciaba mucho. ¿Quién sabía? quizá tuviera suerte…

Cómo acompañamiento, podía escuchar el sonido de las olas rompiendo en la orilla, en mi opinión el sonido más maravilloso del mundo, que conseguía relajarme y transportarme a otro universo fuera cual fuese la situación. También se oían a las gaviotas, y el sonido de las palmeras al moverse con la brisa. Si el paraíso existía, aquello debía ser algo verdaderamente cercano.

De repente, oí un ruido que nada tenía que ver con la naturaleza, aunque no le di importancia, de todas formas la playa era pública. Empecé a ponerme alerta cuando el sonido de unos pasos empezó a acercarse a mí, y paró justo cuando una sombra consiguió taparme el sol. Abrí los ojos para ver que ocurría y lo encontré, era él.

Tengo que reconocer que el aspecto con el que Liam se presentó ante mí era uno de los que más me gustaban y al mismo tiempo uno de los más naturales. Iba ligeramente cubierto con casi nada de ropa dejando entrever sus abdominales perfectamente formados y con el pelo casi seco, algo que me resultaba realmente sexy. No pude impedirme a mi misma fijarme en sus ojos. Aunque él  era bueno en el arte de disimular, yo era experta en el de leer su mirada; veía como sus pensamientos corrían libres por sus ojos sin que él pudiera impedirlo. También me fijé en sus labios, esos por los que estaba loca y que deseaba besar en todo momento desde que lo encontré frente a mí apenas unas horas antes.

-Demi…- por fin hablaba, y su voz era una de las partes que más me gustaban de él. Profunda y suave, cada vez que se dirigía a mí casi no podía controlar mis rodillas.

-Te tiembla la voz…-.

-Estoy nervioso, soy un ser humano, imperfecto- consiguió emular una sonrisa al fin.

-Vamos siéntate- intenté con mis gestos que no estuviera tan nervioso, aunque me resultaba encantador, y la que ahora se ponía nerviosa era yo- ¿te has escapado de allí?-.

-Vine dando un paseo- dijo, frotándose la cabeza con la mano.

-Estar aquí relajada ha sido genial. Sé que quizá no debería, dado que estaréis poco tiempo y habéis venido a vernos pero… el sonido del mar es mi perdición- sonreí.

-Lo sé, te conozco- la sonrisa de Liam completó lo que yo creía que era puro paraíso. Todos esos pensamientos venían de mi corazón, y hubiera huido de no ser por la conversación que tuve con Louis- Demi...aún tengo que decirte algo- los nervios volvieron a la voz de Liam, y yo ya no oía gaviotas, agua o palmeras, solo estaba él.