Sonaba Stylo de Gorillaz mientras la chica conducía de vuelta, con la ventanilla bajada dejaba que el aire le despejara el rostro. La autopista estaba prácticamente vacía, solitaria, Marina pisó de más el acelerador.
No tenía miedo de no encontrar a Louis, obviamente seguiría ahí, pero el reloj del salpicadero marcaba las 3:05 y aún quedaba viaje hasta el apartamento de la playa.
Callejeó hasta encontrar la dirección adecuada. El semáforo dio luz roja, resopló molesta y paró de nuevo. Desde su posición podía ver al chico sin ser vista. Louis estaba sentado en un banco de la calle, claramente aburrido, algo que su posición demostraba: cabeza echada hacia atrás, brazos cruzados y continuos bostezos-suspiros.
El semáforo le permitió el paso y llegó hasta él, aparcó y el chico no se lo pensó, en seguida ocupó el asiento de copiloto.
-Tendrías que haberte venido- dijo arrepentida.
-¡No importa!- respondió más animado- Me he encontrado con un gato vagabundo, varios borrachos muy amigables y tres proposiciones indecentes-.
La chica se rio.
-Aishh, Louis Tomlinson, es que invitas a la indecencia…-.
El chico se puso serio de repente.
-Sí, es cierto, tengo un cuerpo para el pecado-.
Ambos estallaron en carcajadas.
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-Suficiente para tres, excesivo para dos- comentó orgullosa Demi nada más entrar en la habitación de los chicos. Niall y Liam la dejaron pasar la primera para que inspeccionara el territorio; estaba bastante ordenada, dentro de lo que se puede esperar de unos chicos adolescentes amantes de la ropa.
Niall aceleró el paso para acabar tirándose violentamente en su cama, vecina de la de Liam. Este se dirigió al baño, aunque una llamada de Niall le detuvo.
-Tchs! Where are you going?- dijo. Nadie podía jurar si esas fueron las palabras literales ya que tenía la cara prácticamente sobre la almohada.
-I wanna have a bath- respondió Liam inocentemente.
-What did we say?- preguntó el rubio incorporándose, para poder observar a su compañero.
-What?-.
-I’m gonna be the first in the bath!-.
-Oh fuck you, Niall, then, get into the bath!- dijo Liam algo cabreado, encendiendo la luz del cuarto de baño y haciéndole señas a su compañero.
EL rubio sonrió orgulloso y volvió a tumbarse en la cama. Liam maldijo la hora en la que hizo ese trato con Niall.
-Pero mira que le gusta marear…- comentó frustrado Liam a Demi. La chica animó con una sonrisa a su chico y se encogió de hombros.
Satisfecho con el resultado, Niall se levantó finalmente, entró en el baño y cerró la puerta tras de sí dejando a la pareja solos.
-¿Te apetece ir con estos?- preguntó Liam distraído.
Demi lo miró confundida, ¿Ir a la habitación de Harry y Zayn? ¿Para qué? Acababan de volver y apenas habían pasado tiempo juntos, cuando esa había sido la principal finalidad de aquella semana; algo fallaba, la rubia sentía como si Liam no quisiera pasar demasiado tiempo con ella a solas. Quizás también se estaba comiendo demasiado la cabeza, puede que simplemente quisiera dejar intimidad a Niall. Optó por encogerse de hombros y sonreír, esa siempre era la solución a sus problemas.
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Salir del aparcamiento no parece una tarea muy difícil a primera vista, pero, sin duda alguna, lo es a segunda. Louis y yo nos movemos a ciegas en el gran garaje de la urbanización, parece que se ha ido la luz. Alcanzamos finalmente la puerta de mi apartamento sin ninguna baja.
Busco las llaves en mi bolso y nos aproximamos a la segunda aventura de la noche.
-I can’t see a thing!- susurro como si alguien en el vecindario pudiera acusarnos de estar haciendo algo malo.
A Louis se le ocurre sacar el iPhone para iluminar la cerradura, gracias al ingenio del que parecía carecer conseguimos entrar. Una vez dentro, nos olvidamos de respirar.
Por miedo de despertar a cualquier ser vivo de la casa, cojo a Louis de la mano y lo arrastro con suavidad tras de mí. Las escaleras no supondrán un problema, o no deberían al menos. Desgraciadamente, sí lo son para él, por lo visto el tamaño de los escalones ingleses son diferentes porque Louis se tropieza varias veces antes de llegar a nuestro destino. Finalmente entramos en mi cuarto y cierro la puerta.
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-Hi, mate- saludó Harry a Liam desde la cama de Zayn, ambos estaban tumbados viendo algún programa de la tele internacional.
-¿La teletienda erótica?- preguntó Demi divertida.
-Tele what?- dijo Zayn.
-Da igual…-.
La pareja se sentó en la cama que quedaba libre y se unieron a sus compañeros, Liam propuso hacer algo para evitar el aburrimiento.
-Liam, tío, son casi las 4 de la mañana, estamos molidos, solo queremos dormir-.
-Igual deberíamos dormir nosotros también- añadió Demi mirando dulcemente a su chico.
Liam pareció enrojecer, aunque su piel bronceada conseguía disimular sus emociones bastante bien, la chica le interrogó con la mirada, pero no recibiría una explicación hasta que se encontraran solos más adelante…
-Sí… tienes razón, vamos-.
Ambos se pusieron de pie de nuevo, el chico acababa de abrir la puerta justo cuando Harry cambió de canal y la tele anunciaba el último desfile de Custo Barcelona en directo desde Nueva York; Demi nunca había sido demasiado fan de Custo pero sí lo era de los desfiles. Soltó un gritito y corrió a la cama con los chicos, se sentó acurrucada al lado de Zayn y miró con disculpa a Liam, quien puso los ojos en blanco, divertido.
-Voy a ver si Niall ha terminado-.
-En cuanto acabe esto voy para allá-.
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Louis inspeccionó con una mezcla de curiosidad y diversión la habitación de la chica. Jamás había estado antes allí. Era bastante sencilla y estaba muy bien ordenada, algo acorde con la personalidad de Marina, además una esencia frutal decoraba la habitación de una manera muy femenina.
-I like it- dijo sonriendo dulcemente. Soltó la bolsa con cuidado y rebuscó algo de ropa para dormir.
-Thanks- responde Marina imitando la búsqueda de su compañero.
Una camiseta rapera de tallas excesivas acaba por cubrir el cuerpo de la chica, Louis se conforma con un pantalón de chándal y una sencilla camiseta interior de Calvin Klein, sí, minimalista en el algodón maximista en el precio.
La chica se tumbó y palmeó el escaso espacio que quedaba en el lado izquierdo de la cama, Louis siguió las indicaciones.
-We’re gonna sleep right?- pregunta Louis.
-Yes…-.
-Just sleep-.
-Right-.
-Mmmm are you thinking about abusing me while I’m asleep?-.
-Of course-.
-Perfect- respondió muy serio y abrazó a su chica.
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Demi y Harry comentaban el desfile divertidos, se notaba que ambos entendían del tema. Zayn finalmente acabó dormido apoyado en el hombro de Harry. El programa no tardó en acabar, aun así, Demi estaba tan cómoda en la cama que ya tenía hasta su espacio establecido, le costaría levantarse.
-Demi creo que deberías volver antes de que Liam te eche de menos…-.
-O yo a él…- respondió incorporándose.
Se despidió de los chicos, con un beso, incluso al bello durmiente, que hizo casi el mismo efecto que en las películas: se despertó, luego miró confundido a su alrededor con los ojos entrecerrados y volvió a dormirse.
Demi tuvo que insistir varias veces hasta que alguien se decidió a abrirle le puerta de la otra habitación. Le recibió un Niall despeinado y en pijama que sostenía una Nintendo 3DS en sus manos, ni si quiera la miró a los ojos, terminó de ejecutar la maniobra de apertura de la puerta y volvió a tumbarse en su cama y volver al mundo Pokemon.
No había ni rastro de Liam, aunque la puerta del baño estaba entreabierta y dejaba escapar el sonido del agua. Sin embargo, cuando la chica pasó por al lado del espejo soltó un gritito, grito que no consiguió devolver a Niall a la realidad. “¡Qué pelos!” Exclamó.
-Necesitó un peine- le anunció al rubio. El chico no pareció inmutarse.- ¡A ver, tú, Leprechaun!- dijo Demi más cabreada lanzándole un cojín- ¡Necesito un peine!-.
Niall se limitó a separar la vista un momento de la consola para mirar a la rubia, luego le señaló con la cabeza al baño y devolvió su atención a sus jueguecitos.
Demi suspiró y entró con urgencia al baño, separó la puerta bruscamente, sin siquiera pensar que dentro estaba Liam, pero por la fuerza del destino, acabó descubriéndolo…
Acababa de salir de la ducha, cogió la toalla que él mismo había colocado en la mampara de la ducha. Empezó por las piernas, era una rutina; después brazos y pecho para acabar finalmente por su zona preferida... se sacudió el pelo con las mano y después colocó la toalla sobre él para darle forma antes de empezar con el secador. Sin embargo, mientras la toalla le cubría por completo, un fuerte estruendo le hizo sobresaltarse: la puerta se abrió de golpe y Demi apareció tras ella, del susto, Liam soltó la toalla.
El ambiente del cuarto aumentó 10 grados de golpe, y la tensión alcanzó límites antes inalcanzados por ningún ser humano. El chico volvió a enrojecer y buscó rápidamente de nuevo su toalla; Demi por su parte también actuó medianamente rápido y se giro al ver a su chico metido en tal apuro.
-Yo… lo… lo siento mucho, Liam… estaba buscando un peine y…-.
El chico terminó de atarse la toalla a la cintura y se acercó a Demi.
-Tranquila- dijo ya más tranquilo. Le cogió las manos, para que dejara de taparse los ojos con ellas- no hemos hecho nada malo…- pensó en voz alta.
-Lo siento muchísimo si te he incomodado, Liam… ¡Tu amigo Niall es un poco imbécil!- Gritó para intentar que el mencionado se diera por aludido.
-No importa- repitió sin soltarle las manos, y mirándole intensamente a los ojos. Algo que no molestó ni incomodó a la chica para nada: le encantaba sumergirse en los ojos de Liam, y esta vez estaban algo diferentes, observó con cuidado cada detalle del diamante en bruto que tenía delante.
Le brillaban los ojos y podía ver las diminutas gotitas de agua que se habían acumulado en sus pestañas, su piel parecía suave, como la de un bebe a pesar de que probablemente se hubiera afeitado antes de recibir ese baño. Sus labios la obsequiaban con una pequeña curvatura, es curvatura y esos labios la tentaban, parecía que dijeran “ven aquí” cada vez que miraba hacia ellos. Sin saber muy bien por qué Demi bajo su mirada unos centímetros: su cuello era perfecto, podría haber sido moldeado a mano por el mismísimo Dios y luego se lo había regalado a un semidiós, por supuesto antes firmándolo con un lunar que lo hacía único. Vio como pequeñas gotitas recorrían esa manualidad celestial, sí, Demi envidiaba a esa gotitas que iban a morir a su pecho, algunas, si sobrevivían todo el viaje, seguían el recorrido… Demi dejó de pensar ahí y se sonrojó.
Liam se acercó suavemente y juntó sus labios con los de la chica, solo los labios. Demi suspiró.
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Noto que Louis no puede dormir, no sé si está incómodo, por si acaso me separo disimuladamente un poco de él, para dejarle más espacio, pero él se apega más a mí.
-Louis ¿ocurre algo?-susurro
-No.- Responde con naturalidad.
-¿No tienes sueño?-.
-Me muero de sueño…-.
-¿Entonces por qué...?-.
No me deja acabar y me sella los labios con un beso, supongo que en la oscuridad no puede ver mi estupefacción, pero ese beso no es demasiado saludable para mí y mucho menos para él; ahora sí que corre peligro de ser abusado.
-Quiero recordar esto.- dice, y vuelve a separarse.
Entonces una idea empieza a gestarse en mi gestante mente. Me levanto y le hago señas silenciosas para que me siga.
Resulta que, por suerte o por desgracia, tengo la habitación que da al solar de la última planta, no es muy espectacular, las vistas no llegan al mar ni nada, pero son más que suficientes para esta noche. Cojo un par de mantas y abro la puerta que da a las escaleras. Subimos.
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De nuevo, Demi y Liam salieron del baño con la sensación de que algo mágico había pasado ahí dentro o habría terminado de pasar de no ser por…
-Se ha dormido- comenta Demi algo molesta al ver a Niall echado en su cama, sobre las sábanas sin apartar y con la consola en una mano.
Liam puso los ojos en blanco y le cogió la consola, guardó la partida, la apagó y la colocó en la mesita. El chico deshizo la cama que quedaba libre invitando a Demi junto a él. Alegremente, la chica se colocó a su lado y cerró los ojos. Ahora podía captar mejor todas las sensaciones que Liam desprendía: oía su respiración cada vez más pausada y sentía cada aliento ya que al expirar el aire, este caía directamente sobre el pelo de la chica; además notaba como su pecho subía y bajaba con cada respiración ya que su mano derecha se encuentra sobre él, su piel es demasiado suave, no podría compartirla jamás: ¡alguien acabaría deseando hacerse un abrigo con él! Sonrió en la oscuridad. Luego estaba su olor, ahora más acentuado obviamente, acababa de salir de la ducha. Solo para que quedara claro, Demi posó suavemente un beso en el cuello del chico, esas gotitas deberían saber que aquel era su territorio.
Liam se estremeció al notar el contacto de los labios de Demi, recibió un escalofrío por todo el cuerpo y de repente fue consciente de que tan solo vestía una toalla, abrió mucho los ojos asustado. Mierda. ¿Cómo podía haberse olvidado de vestirse? Por un momento se sintió incómodo, pero se relajó al pensar que en realidad “malo”, no podía pasar nada. Suspiró intentando relajarse y respondió al beso de Demi esta vez en su pelo, además con el brazo en el que ella estaba apoyada pudo colocar la mano en su cabello, siempre le había encantado acariciar su pelo…
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-WOW…- fue todo lo que Louis pudo decir, las estrellas se veían perfectamente desde ahí.
Marina colocó las mantas en el suelo y se sentó mientras observaba a Louis dar vueltas mirando al cielo.
-I’m glad you like it-.
-This is beautiful, Marina!-.
Finalmente se sentó junto a ella, ambos con las piernas cruzadas y mirando al cielo. Se perdieron por un instante en la inmensidad de la noche, pero sin llegar a estar ajenos a la presencia del otro.
-¿Cómo crees que les irá a Demi y a Liam?- se le ocurrió preguntar a la chica. Louis no contestó y siguió mirando hacia arriba- te va a dar tortícolis-.
Marina se tumbó para intentar que Louis la imitara y casi lo consiguió, pero ya que no había traído almohadas, el chico apoyó la cabeza en el abdomen de Marina, esta puso los ojos en blanco.
-Supongo que les irá bien, los problemas vendrán si Niall no sabe comportarse…-.
-Niall seems to be a good boy-.
-Ha! And I seem to be a normal boy, don’t I?-.
Ambos se ríen con la comparación.
-Creo que les irá bien- dice finalmente Louis.
-Sí, igual estaban predestinados a estar juntos y lo del año pasado, lo de cortar, quiero decir, fue un error-.
-Es normal cometer esos errores, apenas se conocían-.
-Hablarás por Liam, porque Demi y yo os conocíamos y muy bien-.
-¡No nos conocíais! Eráis fans, eso no quiere decir que nos conocierais-.
-Oh, Louis Tomlinson, ¡me insultas! Probablemente os conocíamos mejor que vosotros mismos. Las fans somos así-.-Estás loca, eso es imposible-.
-¡Ja! Cuando quieras te lo demuestro-
-Vale, lista. Mañana-.
-Avisaré a Demi y a Liam-.
-Fans vs Celebrities, it will be interesting…-.
Louis se incorporó para estrecharle la mano a Marina, como si acabaran de cerrar un contrato que marcaría de por vida la forma de vida mundial.
