4ever Yours (42) With ur love.

-Te odio-.

-Oh, sí. Me odias mucho-.

-No sabes cuánto en este momento…-.

Niall había decidido acompañarnos a casa (ni siquiera recuerdo el momento en el que cedí; demasiados nervios supongo) y para colmo, al abrir la puerta de casa, Harry se encontraba sentado en el sofá muy cómodamente mientras discutía con mi hermano pequeño sobre quién de los dos había ganado la guerra con los muñequitos con los que habían estado jugando. En cualquier otra situación, hubiera sido un placer encontrarse a Harry al abrir la puerta de casa, pero no en aquel momento.

-What are you doing here?-.

-It was a surprise- interrumpió Niall- …Surprise!-.

-Perfect…-.

-No te alteres cielo, todo va a salir bien…perdón- Liam vio en mi mirada su gran error al pronunciar sus palabras y se disculpó, cerró la puerta, y ambos nos sentamos junto a Harry en el sofá.

-¿Está mi madre en casa?- le pregunté a Harry.

-Mmm… no, ha ido a comprar la comida. Hoy tenemos pollo rosatto-.

-Rosado-.

-Whatever-.

-¿Y ahora qué hacemos? ¿Tenemos que quedarnos? Si total, Harry parece llenar el hueco que he dejado yo…- ahora la mirada firme fue la de Liam, instándome a dejar de decir tonterías y afrontar de una maldita vez la situación.

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-En cuanto nos veamos se lo digo, me lo va a notar en la cara…no, pero es que no puedo, mejor hablaré con Louis primero, en realidad, el que tiene que hablar con ella es él… o nadie, porque esto solo lo liaría todo…-.

-¿Y si nos centramos en ir empezando a hacer la maleta, y lo demás ya si eso luego? Me estas mareando dándole tantas vueltas a todo-.

-Claro que está embarazada, y ya Demi con las reacciones de por si es rara…seguro que se fugan juntos…no, Demi no haría eso, ¿Pero llegado el caso? Bueno, igual Louis ni se acuerda de que la quiere, no se acordaba ni de quién era yo y estuvimos saliendo…-.

-¿Y si pasamos de lo de la maleta, me desnudo, me baño en chocolate y luego…jugamos?-.

-Es que claro, tú piénsalo: ya hemos pasado por algo semejante cuando a nosotros se nos ocurrió enamorarnos; aunque la situación es totalmente diferente, Liam…se hundiría, me daría mucha penita. Por otro lado siempre he pensado que Louis y Demi hacen muy buena pareja, pero Demi está enamorada de Liam hasta nuevo aviso…que lioso todo, en cuanto lleguemos llamo a Louis y lo dejo zanjado-.

-O lo lías más… Aunque ahora que lo pienso, has hecho caso omiso a mi sugerencia con el chocolate, y además, has admitido que te preocupas por Liam… ¡Estas realmente preocupada por el asunto! ¿Le digo al taxista que cambie el rumbo y nos volvemos al hospital?-.

-¿Qué? Perdón cielo, ¿Me decías algo?-.

-Lo que yo decía. Nada… olvídalo. ¿Vamos a volver al Chalet?-.

-…Sí, habrá que recoger, reparar un par de cosas y hacer las maletas. ¿Cuándo te ibas?-.

-Mañana-.

-Entonces habrá que poner en práctica lo del chocolate cuanto antes…-.

-Vaya, si al final sí que estabas atenta…-.

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Nos entreteníamos viendo Friends en la tele, aunque para ser sincera conmigo misma y con el mundo, estaba atacadísima. Conocía a mi madre y sus posibles reacciones, pero no todos los días le soltaba bombas así, y menos sin haber preparado antes el terreno.

Oí  la cerradura moverse y automáticamente me encogí. Liam debió notarlo, ya que sentí como su brazo me rodeaba aún con más firmeza en aquel momento.

-¡Ya estoy aquí! Harry, ayúdame con las bolsas- Harry se levantó y obedeció de buena gana- ¿Ya estás aquí? Hola- la cabeza de mamá asomó por la puerta, pero nada. Ni una mirada fuera de lo corriente, ni un tono extraño en el saludo… nada. Eso incluso me dejaba más preocupada. Los caminos de mi madre son inescrutables.

Todos pusimos la mesa sin dirigirnos la palabra y con la cabeza agachada; aunque se notaba la tensión en el ambiente, nadie estaba dispuesto a reconocerlo, y nos sentamos a comer fingiendo total normalidad. Niall era el que más comía, a él parecía no afectarle nada, mientras que yo no pude acercarme a mi plato, simplemente no pude.

-Oye, ¿Y dónde está…- dije, preguntando por el hermano que me faltaba en la estampa intentando comenzar una conversación.

-Se ha ido a pasar el día al campo de un amigo- contesto tajante mamá- ¿Por qué no comes?-.

-Es que… esto tiene forma de animal y yo, no puedo…-.

-Entiendo…- me ponía nerviosa ese tono tan tranquilo, seguramente su plan ya estaba en marcha y estaba analizándolo todo silenciosamente; sin duda funcionaría- Y oye Rian-.

-Liam- corregí-.

-Bueno, eso. Dime Liam, ¿Cómo está tu familia?-.

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-Que vacio está esto…-.

-No, es que creo que había no se qué evento en la playa…toda la urbanización estará allí…-.

-En serio…- Zayn paró a Marina en seco.

-¡No! Conozco esa mirada y no. ¿En serio quieres arriesgarte a que vuelva a quedarse hacia arriba?-.

-Ese arbusto parece bastante espeso…Yo no creo que pase nada…-.

-Reposo Zayn, reposo…-.

Zayn la zarandeó guiándola hasta sus labios, reposo no entraba en sus planes ni en su vocabulario. Sabía que con un poco de esfuerzo la chica cedería. En realidad, no sabía que le pasaba, tampoco él era un morboso exhibicionista, pero le apetecía a rabiar hacer algo que se saliera de la norma; como todo lo que había hecho en realidad desde que estaba con Marina, no terminaba de comprender lo que le pasaba.

-No… ¡No! ¿Qué haces? ¿Cómo lo has hecho?- la chica estaba sorprendida con la habilidad de su novio, quien había desabrochado su sujetador casi sin rozarlo.

A ella, al contrario que a él, le encantaba que su novio surgiera con ideas locas e imposibles de realizar, con locuras que le hacían perder la cabeza; la normalidad no estaba hecha para ella. Aunque a veces podía aparentar quietud y tranquilidad, por dentro se moría por una aventura, por dejarse llevar a algo desconocido y por las cosas que no son sencillas. Pero tenía que hacerse de rogar un poco.

-Zayn, ¿Y si queda algún vecino por aquí? Seguro que no todos se han ido a la playa-.

-Como ya te he dicho, el arbusto parece bastante espeso…- se quitó la camiseta y la resistencia que fingía Marina cesó al instante.

La camiseta de ella cayó justo después que el sujetador en medio de la plazoleta, ¿Pero a quién le importaba? Se deshicieron en arrumacos mientras, poco a poco, iban alcanzando el arbusto que les daría cobijo mientras perdían el control.

A dos metros de las camisetas cayeron el resto de prendas. Marina repasaba con la yema de sus dedos todos y cada uno de los tatuajes de su chico mientras él la agarraba y la estrechaba contra su pecho desnudo. Llegaron al arbusto y el aroma de la hierba los inundó mientras se tumbaban. Con toda la pasión que desprendía el momento, a ninguno le preocupaba lo puntiagudo que pudiera estar el césped, o si estaba frio o húmedo, ¿A quién le importaba?

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-Bien, todos están bien…-.

-Me alegro-.

La situación se ponía cada vez más incómoda. Todos los sentados a la mesa ya sabían que pasaba algo, aunque no todos sabían qué.

-¿Y cómo es el sitio dónde vives?-.

Liam estaba soportando bastante bien el interrogatorio, no así Demi.

-¿A qué se dedican tus padres? ¿Tienes hermanos?-.

-Mamá…-.

-Hermanas, dos; mi madre es enfermera y mi padre construye aviones-.

¿Y qué tal los planes para el futuro?-.

-Mamá…-.

-Demi no te alteres-le susurro Niall a la chica tranquilizadoramente.

-Niall ¡Come!- le dijo la rubia. El chico no se atrevió a desobedecerla.

-¿Y quieres a mi hija?-.

-¡Mamá!- algo se apoderó de la chica, que se levantó de repente de su asiento- ¡Basta! Deja el interrogatorio ¿Quieres? Sí, nos queremos, si estoy embarazada y si, Liam me ha pedido que me case con él-.

-What?!- era la primera noticia que Harry recibía con respecto a lo último, y casi acaba atragantándose por la sorpresa.

-¿Alguna pregunta más? ¿Su renta anual? ¿Su número de pie? ¿Algo?-.

-Demi- Liam se levantó y acarició con el brazo a la chica- It’s ok, don’t worry-.

-Liam, ¿Puedo hablar contigo a solas? Bajemos a la cafetería, estaremos más tranquilos- el chico asintió- Demi, quédate con Alex y los chicos, no tardaremos-.

-Pero…-.

-En seguida vengo cielo- Liam le regaló un beso en la mejilla y se dirigió junto a la madre de la chica hasta la puerta.

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Permanecían abrazados uno contra otro. El problema de Zayn no había vuelto a aparecer, y hasta el momento, estaba resultando ser cierto que no había ningún vecino por la zona. La fogosidad del momento ya estaba pasando, y empezaban a notar cómo se les clavaba por la piel el húmedo césped que antes había sido su cobijo del mundo exterior.

-Tengo que hacer la maleta…-.

-¿En serio quieres pensar en maletas ahora?-.

-No es mi prioridad…- si empezaban de nuevo con los besos, la calma no duraría mucho.

-¿Has oído eso?-.

-¿El qué?-.

-¡Eso!- Marina le hizo un gesto al chico para que se callara. Se distinguían unos lejanos silbidos- Creo que es mejor que salgamos a recuperar la ropa antes de que podamos arrepentirnos-.

Pero ya era tarde.

Desde el arbusto, tuvieron que hacer malabares para que el conserje de la finca no los viera. Seguramente no vería con buenos ojos que dos jóvenes estuvieran completamente desnudos paseándose por ahí. Pero lo peor de todo, fue que el conserje si vio algo, no a ellos, pero la ropa estaba tirada por toda la plaza, no era difícil darse cuenta.

El chico miró a su alrededor esperando encontrar una explicación a la situación; no vio nada. Recogió una a una todas las prendas y siguió su camino, seguramente alguien las acabaría reclamando o algo así.

-¡Mierda!- gritó Marina una vez estuvieron solos de nuevo.

-¿Y ahora qué hacemos?-.

-¡No lo sé! Mierda, mierda, mierda… hay que llegar al chalet-.

-¿Cómo?-.

-Pues rezando, corriendo, y esperando que no nos vea nadie…-.

La chica puso a su novio detrás de ella y miró hacia ambos lados del arbusto, comprobando si había alguien a la vista.

-¡Zayn!- su novio no se había estado quieto- ¿Puedes esperar a estar en casa para volver a tocarme el culo?-.

-Está bien- dijo el chico entre risas- Pero no me niegues que la situación es divertida…-.

-Yo no… ¡Corre!- lo cogió de la mano y lo empujó fuera del arbusto, ambos no tuvieron ahora más remedio que correr.

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Debía admitirlo, él también estaba nervioso. Había hecho todo lo posible por tranquilizar a su “ahora prometida” pero él también estaba nervioso.

Él la quería, y quería pasar el resto de sus días junto a ella de la manera más sincera; le daba igual lo que pensara el resto del mundo, aunque le interesaba que su futura suegra los apoyara, era importante para él.

-¿Puedes explicarme exactamente qué ha pasado? O mejor dicho, ¿Cómo ha pasado? ¿Por qué quieres casarte con ella? A muchas parejas adolescentes les pasan estas cosas y no reaccionan así-.

-Yo ya tenía planes con Demi… la quiero, y aunque las cosas se han precipitado un poco, yo tenía una idea de futuro con ella, dentro de unos cuantos años le hubiera pedido que se casara conmigo igualmente; pero por sorpresa se quedó embarazada, y me pareció un buen momento, ambos queremos a ese bebé y nos queremos…-.

-¿Y tus padres? ¿Qué dicen de esto? Espero que te des cuenta de que todo esto parece una locura…- Liam mantendría la calma costara lo que costase. Él no estaba ocultando nada y estaba preparado para todo lo que se les viniera encima.

-Habíamos pensado en ir a Reino Unido mañana-.

-¿Ya te la vas a llevar otra vez?- pareció asomar una pequeña sonrisa en su comisura- Lo que si es verdad, es que aprovecháis cualquier momento para estar juntos-.

-Sí, y pensábamos contárselo con más calma a mis padres, la situación aquí se descontrolo un poco gracias al móvil, esa no es manera de dar la información… Supongo que mis padres se sorprenderán al principio, pero yo la quiero y tendrán que apoyarme en esto, van a ser abuelos…-.

-Bueno, pues voy a decirte una cosa…-.

-Sí…-.

Ahora sí estaba totalmente nervioso, y no podía leer la cara de la madre de Demi, le parecía trabajo imposible, solo podía esperar a las palabras que tuviera que decirle y suspirar de alivio…o pensar en un plan B.

-Se nota que la quieres-.

-La quiero-.

-Y que te preocupas por ella, por vosotros y por lo que viene-.

-Sí-.

-Pareces un buen chico Liam, y si eso es lo que queréis…-.

Al chico se le iluminó el rostro, finalmente parecía que tendrían una aliada.

-Tendréis que ser muy responsables a partir de ahora, y ayudaros mucho el uno al otro; yo os ayudaré en lo que pueda y… bueno supongo que tendré que conocer a tus padres después de que les deis la noticia…-.

-Todo parece que va muy deprisa; tenemos que buscar médicos, vestidos de novia, casas…-.

-Cuando las cosas vienen de golpe provocan esa sensación…  pero no te agobies. ¿Sabes? Me alegro de que sea contigo. Por lo poco que me ha contado Demi sobre ti… me alegro. Ella es muy inocente y se fía demasiado de la gente, pero tú pareces bueno para ella-.

-Gracias, ella también es perfecta para mí, de verdad la quiero…-.

-Bueno, pues vamos a decírselo…-.

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-¿Qué te casas? ¿Qué se casan?-.

-Si Harry… pero no se lo digas a nadie ¿Vale? Y mucho menos a Marina, ya sabes que opina ella del romanticismo…-.

-Vale, te lo prometo, pero a mí tenéis que contármelo todo-.

-Yo aquí estresada ¿Y tú muriéndote por un buen cotilleo no? No has cambiado nada Styles-.

-Sigo en mi línea-.

-Tranquila Demi, solo están hablando- comenzó a decir Niall- Y ya conoces a Liam, se gana a todas las madres, no habrá problema-.

-Creo que tienes razón…-.

-Y el estrés no es bueno para ti ahora mismo…-.

La rubia le sonrió al rubio.

-¡Hay mi rubio! ¿Qué haría yo sin ti? Gracias por ser tan adorable- Demi le dio un abrazo de los que no se olvidan.

-Bueno, ¿Y tu curly hair que? Cuéntame Cómo pasó, Cuándo y dónde pasó, y por qué le dijiste que sí- la chica soltó una carcajada y le lanzó un cojín al chico de pelo rizado antes de comenzar el relato.

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Tras varias vueltas (debido al nerviosismo habían llegado a perderse) avistaron el verdadero apartamento.

-Es ese Marina, a la de tres corremos-.

-No, espera Zayn-.

-…3!... Ups, Perdón señora, ¿Qué tal el día?- escandalizada, la mujer que había descubierto a Zayn con sus manos como única forma de taparse, giró la cabeza y se marchó lo más rápido que pudo.

-Vamos- Marina no podía parar de reír.

Corrieron raudos hasta el chalet y Marina, que había conservado móvil, gafas y llaves, abrió la puerta con algo más de esfuerzo de lo normal dado el nerviosismo. El interior de la casa los engulló, por fin estaban a salvo.

-¡Que locura!-.

Ambos se miraron y comenzaron a reírse.

-¿Cómo estamos tan locos?-.

-¿Cómo se nos ha ocurrido hacerlo?-.

-Yo es que te miro y pierdo la cordura… no sé cómo lo consigues -.

-A mi me ocurre lo mismo contigo, y luego mira lo que pasa…-.

-No nos convenimos-.

-Demasiadas locuras cuando estamos juntos…- la mirada jugó un papel importante a esta altura de la conversación, por nada del mundo ninguno daría marcha atrás, enamorarse les parecía una locura, pero lo más perfecto que les había ocurrido.

-Bueno, voy a llamar a Louis-.

-¿No te vistes primero?-.

-Sí, tienes razón, voy-.

-Sin prisas…-.

-Cállate-.

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Durante todo el día me había puesto nerviosa cada vez que oía el ruido de una puerta, no era normal; o sí, dada la situación.

Niall me tenía cogida de la mano, y Harry de los hombros, ellos también estaban intrigados por saber qué había pasado, y me apoyaban totalmente.

Vi aparecer a mi novio y a mi madre hablando de trivialidades que ni me molesté en recordar, cuando ambos me vieron y se callaron en seco. Sus miradas se quedaron clavadas en mí y no supe qué hacer, cómo reaccionar.

-¿Qué ha…-.

No pude continuar, tampoco es que supiera qué decir. Suponía que ya todo estaba dicho.

Sus miradas seguían puestas en mí, sin cambios, hasta que mi madre, muy fugazmente, sonrío, para luego desaparecer por el pasillo.

No pude hacer otra cosa que sonreír, Liam también lo hizo, y me abrió sus brazos. Al segundo siguiente, me abracé a él y lo besé, totalmente extasiada.

-Lo hemos conseguido…-.

-Al menos una de las partes…-.

-Ahora a ver a mamá y papá… la última vez no fue tan mal-.

-La última vez…la última vez no iban a ser abuelos-.

-Ya…-.

-Bueno, déjame que sea yo quién te diga que todo irá bien…- Liam sonrió y me besó entre risas- Aunque admito que tengo algo de miedo-.

Harry y Niall se unieron al abrazo y nos espachurraron alegremente.

-Va a ser una mudanza divertida-.

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-Louis? Do you recognize me?-.

A la tercera vez que lo intentaba, por fin el chico le había cogido el móvil en vez de dejar que saltara el contestador.

-Marina? Sure! I’m on my way to the airport. Why I wouldn’t recognize you?- lo que ella se temía, no recordaba nada de nada.

-¿Qué tal Ibiza?- aún no sabía cómo preguntárselo.

-¿Ibiza? Muy bien, una locura, ya sabes-.

-Sí, imagino…Oye, y dime una cosa…-.

-¿Si?-.

¿Ahora qué? Seguía sin saber cómo decir lo que quería decir. Sentía que le estaban viniendo todas las palabras pero no podía ponerlas en orden, hasta que decidió soltarlo tal cual.

-¿Pensabas decirle a alguien que estabas enamorado de Demi?- hecho, no se le ocurría mejor manera, si se lo preguntaba, podría negárselo, y de este modo sabría si era verdad o no.

-What!?- se sucedió una pausa al otro lado del teléfono- No! How do you… How do you know that?-.

-¿Así que es verdad?- Ahora estaba confirmado, era verdad. No sabía cómo procesar esa información ahora que era cierta.

-No! I mean…ok, yeah, it’s truth-.

-Creo que tienes que explicarme un par de cosas… ayer me llamaste y me confundiste con ella…-.

-¿¡Qué te dije!? Fuck… ¿Y qué vas a hacer?-.

-¿Cómo ha pasado? Primero quiero que me lo cuentes todo-.

-¿Qué quieres saber? Marina, yo…-.

¿Qué que iba a hacer? Buena pregunta, ¿Qué iba a hacer él?